“Se están comiendo el elefante a pedacitos… vienen por EPM”. Esta alerta la lanzamos desde marzo de 2013, cuando varios “honorables” concejales de Medellín se pusieron a la orden de la Alcaldía para dar inicio a su gran obra: la privatización del mayor patrimonio público de los medellinenses, Empresas Públicas de Medellín.
Ese primer paso fue la entrega de UNE a la sueca Millicom, con los resultados nefastos que poco a poco vamos conociendo: despidos selectivos; poco control de su accionista público, EPM y el inexistente control por parte del Concejo de Medellín; un hecho que se dio, no obstante que en campaña, hacia la alcaldía en 2011, el hoy alcalde de Medellín manifestó enfáticamente que no lo haría: “No sé de dónde sacan que yo vaya a privatizar UNE. Eso son chismes de la oposición. Las EPM siguen siendo cien por ciento pública y más humana. UNE, cien por ciento pública. Lo que he dicho es que vamos a buscar, posiblemente, alianzas estratégicas sin la necesidad de enajenar acciones de la misma. Vamos a respetar a los servidores públicos, vamos a trabajar con ellos. Reitero, UNE es una empresa estratégica, se mueve en un mercado complejo, pero tiene todas las posibilidades de crecer y debemos buscar una alianza que le ayude hacer más competente y rentable”.(Gaviria responde sobre una eventual privatización de UNE – El Colombiano, 26 de octubre de 2011)
Ahora, una vez más, estamos seguros de que no nos equivocamos en esa alerta. El pasado miércoles, cinco “honorables” concejales de la Comisión Tercera de esa corporación (Ramón Acevedo, Santiago Martínez, Carlos Bayer, Robert Bohórquez y Álvaro Múnera) aprobaron en primer debate el Proyecto de Acuerdo 300 de 2015, que faculta por cuatro meses al alcalde para realizar una reestructuración administrativa, que no es otra cosa que un cheque en blanco al alcalde de Medellín para abrir las fronteras y dar el paso definitivo a la privatización de EPM a través de un conglomerado (disfrazando el título inicial de holding), como el supuesto motor del Plan de Ordenamiento Territorial, recientemente aprobado por esa misma “honorable” corporación.
El tema no tendría tanta trascendencia si no fuera por las señales que se dan. El alcalde y sus áulicos se creen los únicos facultados para pensar y decidir sobre la ciudad, sin escuchar ni tener en cuenta a la comunidad y a todos los que en diversos espacios la representan, incluido a los “honorables” concejales, a los cuales parece tratar de ineptos y facilistas para pensar la ciudad.
Así mismo, esta alcaldía y sus amigos han seguido una la línea en cuanto al cambio de normas para hacer que el camino de la privatización de las empresas de carácter público sea más expedito. No es casual que previo a la presentación del Proyecto de Acuerdo 300 y de la entrega de UNE a Millicom se discuta en la Cámara de Representantes el Proyecto de Ley 030 de 2014, que pretende cambiar el objeto de las empresas de servicios públicos domiciliarios, fijados en las leyes 142 y 143 de servicios públicos. Tampoco es casual que ese proyecto de ley haya sido presentado por el ex senador y hoy precandidato a la Alcaldía, Eugenio Prieto Soto, del resorte y confianza del actual alcalde de Medellín.
En el primer debate del Proyecto de Acuerdo 300, se dieron pobres y clientelistas explicaciones para defenderlo, que en nada distan de las dadas por los mismos que aprobaron la fusión, en contra de las poderosas, verificables y contundentes argumentaciones de otros dos concejales de la misma Comisión, que no les toca ninguna “comisión” (Luis Bernardo Vélez y Miguel Quintero), quienes, como muchos ciudadanos, sindicatos y organizaciones sociales presentes, no logran entender cómo se faculta para una reestructuración, cuando hace apenas dos años se otorgaron idénticas facultades para la reestructuración, cuando no se ha entregado balance a la ciudadanía de los resultados de la misma. Es decir, se le dan facultades para que le dé nuevos toques a la privatización iniciada. ¿Ineptitud? ¿Negras intenciones? ¿Ambas? Es tan evidente el hecho, que no han sido capaz de agregar “100% públicas” donde se indica que se conservará la naturaleza pública de las entidades del Municipio” y solo han hecho una modificación indicando que “…quedarían excluidas las empresas descentralizadas cobijadas por las Leyes 142 y 143”, las mismas que se pretende modificar con el proyecto de ley mencionado. En mucho se nos asemeja el actuar con la película UNE-Millicom.
Desde hace varios años se han dado y hemos dado señales de las intenciones privatizadoras de quienes ya hemos identificado como enemigos del patrimonio público, pero sobre todo, enemigos de las empresas de carácter público con una gran eficiencia y con unos resultados económicos y sociales de altísimo impacto, como es el caso de EPM, UNE, Isagén, ISA y Ecopetrol, para solo citar las más relevantes.
En nuestra intervención en el primer debate al proyecto de Acuerdo, reiteramos varios de esos momentos. En 1996 el propio Concejo discutió y derrotó ese primer intento de privatizar a EPM. Ya en 2013, pudieron dar el zarpazo con el Acuerdo 17 o la entrega de UNE a Millicom. Precisamente sobre el caso UNE preguntamos a los “honorables” concejales, pero ninguno fue capaz de dar respuesta estos interrogantes: ¿Ha hecho el Concejo seguimiento a lo viene pasando en UNE? ¿Se ha dado cuenta el Concejo si se está honrando el Acuerdo 107? ¿Conocen las políticas de temor a que las que hoy están sometidos los trabajadores de UNE, y ahora los de EPM? ¿Han hecho seguimiento a los balances de la empresa? ¿Han hecho debates de control a UNE o también temen que se les tome del pelo como lo viene haciendo la ETB con el Concejo de Bogotá? ¿Han hecho seguimiento a la compra de las acciones de Edatel?
Así mismo preguntamos a los “honorables” concejales si se han dado cuenta de lo que viene sucediendo en EPM con la implementación del programa Grupo EPM sin Fronteras, con el que se sigue tejiendo la entrada de capital privado a la empresa, cuando y conforme al Acuerdo 058 de 1955, es un ENTE AUTÓNOMO. Quizás es esa autonomía, que se está perdiendo, y la capacidad y rigurosidad técnica que la ha caracterizado, la que la ha hecho una empresa exitosa y con unos estándares de calidad y atención muy superiores a infinidad de empresas privadas.
Como lo hicimos en 2013, hemos iniciamos un trabajo conjunto con veedurías, colectivos ciudadanos, academia, sindicatos del Grupo EPM, la Mesa Ciudadana de Medellín y muchas organizaciones más, para impedir que se lleve a cabo otro raponazo a la ciudad, otro raponazo a la ciudadanía. No vamos a permitir que por ninguna vía se lleven a EPM, que es el pedazo de la torta por el que vienen.
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