Desde SINPRO entendemos que, además de ser una potestad, es una obligación irrenunciable de las administraciones del Grupo EPM, el emprender las acciones administrativas pertinentes para su sostenibilidad, pero ante todo, para cumplir íntegramente con el objeto social que le fue encomendado por su dueño, la comunidad de Medellín, consignado en el Acuerdo 058 de 1955 que le dio vida a EPM, y que con el Acuerdo 12 de 1998 del Concejo de Medellín fue actualizado y refrendado. En resumen, esas acciones deben estar orientadas a garantizar la universalidad y la eficiente prestación de sus servicios como empresa social y comercial del Estado.
Con el proceso de transformación del Grupo EPM hacia la estrategia “Grupo EPM sin Fronteras”, no dejan de inquietar temas fundamentales que hemos venido exponiendo, pero que con la nueva estructura cobran mayor relevancia.
Uno de ellos es la existencia de un desequilibrio de poder dentro y entre las áreas, que podría llevar a que se enmascaren ineficiencias de gestión, económicas, financieras, técnicas, ambientales y sociales, que pueden llevar al desequilibrio estructural y a la pérdida de capital estatal.
Otro tema, es el posible debilitamiento de la rigurosidad técnica, económica, financiera, jurídica y social en los negocios, pues observamos que las áreas productivas tienen poca incidencia y participación en dicha estructura, fundamentalmente en la toma de decisiones, lo que podría llevar a que dichas decisiones tengan poca visión de los negocios, que son los que finalmente generan los recursos.
La MEGA, como está definida, es solo financiera; no se habla de una MEGA social. Como empresa pública las prioridades no deben enmarcarse en los índices financieros sino en lo social; las ganancias deben ser una consecuencia de ello. Si bien las transferencias al Municipio para invertir en obras sociales, como lo prevé el Acuerdo EPM – Concejo de Medellín, es loable, no se debe perder de vista que EPM y sus filiales están constituidas por capital público, por lo que no solo se debe mirar al Grupo como una fuente de recursos del Municipio sino como un ente garantizador de la prestación eficiente de los servicios públicos, como promotor de calidad de vida, como generador de trabajo decente, como líder de innovación, como un facilitador de la construcción de los eslabonamientos inter-industriales en Medellín, Antioquia y Colombia, y como fuente de recursos para la adquisición de una capacidad tecnológica propia y endógena que requiere de inversiones y una política tecnológica, con la cual, estamos seguros, EPM está comprometida.
Como parte de todo esto, también es una obligación, como servidores públicos, que quienes encabezan las administraciones del Grupo EPM deben ser absolutamente transparentes en todas sus acciones, incluidas las relacionadas con el talento humano, que al final es el encargado de salvaguardar con su trabajo el patrimonio público bajo su custodia. Para ello se requiere una comunicación asertiva y confiable desde la alta dirección, que no dé lugar ni a la especulación ni a la suspicacia.
En reunión sostenida en 2012 con el Gerente de EPM y con el Presidente de UNE, propusimos que se reglamentara un eficiente programa de movilidad en todos los niveles de las empresas del Grupo EPM, que garantizara la optimización de recursos, tiempo y conocimiento, así como la estabilidad laboral sin pérdidas de beneficios. Con esa propuesta se ganaba en todo: en el ADN y la cultura de EPM, en el rigor técnico característico, en la conservación y transferencia de conocimiento y en el sentido de pertenencia del talento humano. Esta propuesta parece que se implantó -aunque tibiamente- sólo para los niveles directivos. Con lo que está pasando en los últimos días, creemos, no hay garantías de mantenimiento de la cultura EPM.
Por más que haya un gran esfuerzo desde los equipos de comunicaciones por explicar de la mejor manera para dónde va el Grupo EPM, es la Administración la que debe generar una comunicación asertiva y confiable, respondiendo, sin vacilaciones, con mensajes claros y sin eufemismos, a los muchos interrogantes que no sólo hace el Sindicato, sino otros grupos de interés internos y externos:
Y quedan muchos interrogantes más.
Decía el Quijote a su fiel escudero: “…confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
No podemos ni queremos tapar el sol con un dedo. Hoy, lamentablemente y dados los acontecimientos que se vienen presentando con despidos y amenazas de despidos en todos los niveles y una estrategia de rumor que lesiona, el mayor patrimonio de EPM y de UNE -su gran talento humano- no logra concentrarse al ciento por ciento en sus labores, pues inevitablemente el pensamiento se traslada a escenarios donde el temor y la incertidumbre son los principales protagonistas, dado que la claridad, en esta administración, sigue haciendo gala por su ausencia.
No nos oponemos a los cambios siempre y cuando estos no vayan en contravía de la misión fundamental de ambas empresas y del Grupo EPM, de orientarse a la eficiente prestación de sus servicios como empresas sociales y comerciales del Estado, definidos en el Acuerdo 58 de 1955 que dio a luz a Empresas Públicas de Medellín.
El planteamiento estratégico actual, impulsado por las últimas administraciones, está soportado en criterios de empresa de mercado, que sobrepone la importancia de los niveles administrativos y financieros al conocimiento técnico de cada negocio. Hoy se habla de clientes y no de usuarios; se habla de multimillonarias ganancias económicas y de escalafones empresariales pero no de cobertura universal, calidad y eficiencia en la prestación de los servicios; se habla de la generación de mayores transferencias al Municipio de Medellín pero no de potencialización de desarrollo sostenible en las regiones y en las áreas de influencia de la empresa.
El énfasis del carácter técnico en todos los niveles, incluida la alta burocracia, ha sido lo que ha posibilitado que tanto EPM como UNE hayan estado blindadas, en gran medida, de las maquinarias politiqueras. Para todos los niveles de la organización hemos mantenido una posición vigilante en cuanto al respeto de los procesos de convocatorias, promociones y ascensos, teniendo en cuenta la igualdad de oportunidades para quienes interna o externamente aspiran a algún cargo, por tratarse de empresas propiedad de la comunidad.
Históricamente, y con contadas excepciones, el proceso de relevos en los cargos directivos ha estado orientado por el “hacer escuela”, es decir perfiles basados en el aprendizaje, en la experiencia, en la capacidad de transferir conocimiento, en el liderazgo y en la formación académica, entre otros atributos. No quisiéramos pensar, y de suceder, no lo permitiremos, que esta situación esté llegando a su fin y que los perfiles puedan obedecer a otros factores bien diferentes, que lo único que hacen es restar credibilidad y transparencia a las decisiones, lo que conduce inevitablemente a una percepción de falta de gobernabilidad, de autonomía del ente “autónomo”, o lo peor, de violación al derecho colectivo de la moralidad pública.
Es hora de que todos recordemos que, no con dichos sino con hechos, el verdadero dueño del Grupo EPM es la comunidad, representada en los habitantes de Medellín, y no las administraciones de turno. Es hora de recuperar nuestro sentido de pertenencia de la comunidad hacia las empresas; esa comunidad que oye a diario hablar de millonarias ganancias (como en los bancos), pero que miles y miles de hogares no se ven impactados frente a sus necesidades básicas insatisfechas. Medellín, que recibe transferencias millonarias de EPM, es la ciudad más desigual de Colombia. Y Colombia, es uno de los países más desiguales del mundo.
A todos nuestros Afiliados les ratificamos nuestro apoyo permanente y los invitamos a tener tranquilidad. A quienes han sido despedidos de UNE y de EPM en los últimos días les estamos y estaremos prestando todo el acompañamiento legal requerido, pues consideramos que muchos han sido víctimas de una estrategia de miedo. A todos nuestros afiliados, los invitamos a continuar laborando con el mismo profesionalismo con que siempre lo han hecho. Hay herramientas legales para medir el desempeño y el aporte a la empresa.
Las amenazas sólo son armas para el amenazado
Leonardo Da Vinci
El pasado viernes, finalizando la jornada laboral, día y horario predilectos para la entrega de información sensible por parte de la actual administración de UNE, se envió a los trabajadores la Circular 62, en la que se “comparte” el Reglamento Interno de Trabajo (RIT), aunque el correo llegó sin el archivo del Reglamento. En esa fecha no hubo divulgación a través de las carteleras (en algunas de ellas solo fue publicado el jueves 22 de agosto) ni por los otros medios de comunicación de que dispone la empresa.
No obstante la demora en su publicación, con la que se evidencia la intención de comprar tiempo y “ganarse” unos días para la realización de ajustes (se dan 15 días hábiles), observamos desde SINPRO una clara pretensión de llevar al terreno de la discusión el Reglamento para distraer la atención referente a las negociaciones que se adelantan, con una celeridad inusual, para la entrega de UNE a Millicom. Lamentamos la incapacidad de la actual administración para enderezar el rumbo de UNE, al cual le hemos aportado elementos para tal fin, en trabajo conjunto con nuestros Delegados y Afiliados.
El Acuerdo 17 de 2013, cuya demanda de nulidad interpuesta por SINPRO sigue su curso, así se haya negado la medida cautelar de suspensión provisional (la cual fue acogida en el proceso de la venta de Isagén), ordena en el literal d) del Artículo Primero, mantener los derechos laborales de los servidores de UNE. Por lo tanto, la implementación del RIT constituye una flagrante violación a dicho Acuerdo, pues, como lo habíamos anunciado y denunciado en múltiples ocasiones, la administración lo desconoce de tajo, y de paso, se burla una vez más del Concejo, de los Concejales (los que votaron a favor y en contra), de los trabajadores y de la comunidad, la legítima dueña de UNE.
Estas decisiones, como lo dijimos en octubre del año pasado cuando lanzaron el primer intento de Reglamento, solo generan inquietudes, malestar e incertidumbre, componentes a los que parece apostarle esta administración. La táctica de desmotivación y talento humano, reconocido en diferentes instancias por su capacidad y conocimiento y rigurosidad, pueden tener consecuencias disciplinarias, fiscales y penales en los directivos que por acción u omisión den mal uso al RIT para validar decisiones de instancias superiores.
Dado que para SINPRO es fundamental estar al tanto de la aplicación de dicha norma, estamos revisando punto por punto, y tener los suficientes criterios objetivos para emprender las acciones que sean necesarias, y para seguir aportando a la viabilidad y sostenibilidad de UNE, sin cesar en nuestro empeño de recuperarla para la casa matriz EPM.
En los últimos días, por “radio pasillo”, de tan alta sintonía en la actual administración, ha venido tomando fuerza la noticia del inminente cierre del “negocio” de la fusión UNE – Millicom y que, dicho “negocio” sería validado por la Junta Directiva de EPM en su sesión de la próxima semana, precipitando un detrimento patrimonial anunciado y denunciado por miles de voces, y que tarde o temprano deberá recaer en todos y cada uno de los responsables de esta decisión. Esto se da pese a que aún no hay un fallo del Juzgado 28 Administrativo de Medellín frente a la demanda de nulidad del Acuerdo 17 de 2013 instaurada por el Colectivo MedellínNosUne y por SINPRO.
El pasado 12 de septiembre hicimos una nueva petición al Gerente General de EPM para que tomara las medidas necesarias para proteger a UNE como patrimonio público, es decir, la suspensión de las negociaciones con Millicom (Adjuntamos la petición).
Para ello esgrimimos argumentos sólidos, como la ausencia de un proceso de selección pública del aliado, que en este caso no se dio; la poca solvencia y reputación de dicho aliado; la pobrísima argumentación sobre los beneficios de esta fusión por parte de la actual administración y de los concejales que votaron a favor de la misma; la falta de comunicación a la comunidad sobre bondades y riesgos del “negocio”; y la cesión del control de la empresa fusionada, poniendo en riesgo incluso aspectos de seguridad nacional.
De la experiencia pasada en Colombia Móvil con este mismo “socio estratégico”, se nos ha dicho que hubo una capitalización por 1,15 billones de pesos, empero la Contraloría de Bogotá elaboró un informe en el cual denunció la desvalorización del 71% en el valor de las acciones de esa compañía. Y eso no es todo. Se entregó la cesión del control a una empresa con activos de 50 millones de pesos (extractado de los informes financieros de Millicom Spain S.L.) para respaldar una capitalización de 1,15 billones.
Así mismo y como ha sido desnudado, se le otorgó un crédito a Colombia Móvil por más de 360 mil millones de pesos, cuando lo que debió hacerse era la inyección de dineros por parte del nuevo socio capitalista. Como si fuera poco, con el cambio de marca a TIGO, se tiraron a la basura el esfuerzo y una gran cantidad de dineros, públicos invertidos en el posicionamiento de la marca OLA.
En otra acción inentendible y hasta sospechosa, se realizó la venta de las torres de comunicación por una pírrica utilidad sobre sus valores en libros, que no deben ser marco de referencia para negocios como estos. Pero ahí no para la cosa. El pago del préstamo mencionado se hizo con la venta de esas torres.
Todo esto nos lleva a una conclusión: el “negocio” de UNE se va a hacer por 150 millones de dólares que es la cifra pactada como prima de control.
Por todo lo anterior, existe la posibilidad de que no solo el Juzgado 28 Administrativo del Circuito de Medellín, sino las otras instancias judiciales a las que han llegado las demandas de las otras organizaciones sindicales, las veedurías y algunos ciudadanos, se pronuncien en contra de la validez del acuerdo 17 de 2013, mediante sentencias que implicarían deshacer los negocios que se hayan celebrado con base en él, generando un perjuicio mucho mayor para la ciudad.
Esta y las anteriores peticiones al respecto no han sido atendidas por el Gerente General de EPM. Esperamos ahora que la Junta Directiva, en un acto de sensatez y de responsabilidad con la ciudadanía, con el propio Grupo EPM y con los trabajadores, hagan un alto en el camino y aprueben suspender las negociaciones hasta que la justicia se pronuncie. Y estamos seguros de que no está muy lejos de hacerlo.
Mientras seguimos esperando la decisión judicial frente a la demanda de nulidad del Acuerdo 17 interpuesta por SINPRO y adelantamos otras acciones legales frente a la decisión del Concejo de Medellín –contraria al sentir de la comunidad-, somos testigos de la celeridad, a todas luces inadecuada, de las negociaciones entre EPM y Millicom para la entrega de un patrimonio público como UNE. Acciones éstas que van acompañadas de una serie de eventos que dejan, como hemos reiterado en varias oportunidad, más dudas que certezas; es el caso de la compra de la Empresa de Teléfonos de Pereira (¿no está UNE tan mal económicamente?), la presentación del nuevo Reglamento Interno de Trabajo y el pago por parte de Colombia Móvil a EPM de la deuda que tenía desde 2006.
Para seguir dando luces sobre los números que siguen encerrando esta negociación, compartimos los artículos ¿Cuánto vale UNE? y ¿Cuánto vale UNE? (2), del profesor de la Universidad Nacional, Guillermo Maya Muñoz, publicados los días 12 y 26 de agosto, respectivamente, en el periódico El Mundo de Medellín.
¿Cuánto vale UNE? – 12 de agosto de 2013
El juez 28 administrativo de Medellín aceptó, en julio 17, una demanda de suspensión provisional del acuerdo 017 del Concejo de Medellín, para revisar el procedimiento por medio del cual se autorizó al Alcalde de Medellín fusionar a UNE.
Al respecto, El Colombiano dice que el juez “otorga un plazo de cinco días al Municipio de Medellín, a partir de su notificación, para que explique los motivos por los cuales no se deberían suspender de forma provisional los efectos del acuerdo. Además, en un período no mayor a 30 días, la administración municipal se debe pronunciar sobre la solicitud de nulidad y aportar pruebas que sustenten la validez del acuerdo 017” (Admiten demanda de nulidad contra fusión de Une y Millicom, julio 18-2013). Por otro lado, la Procuraduría General adelanta un proceso disciplinario contra los concejales que votaron favorable la propuesta de fusión, convirtiendo a UNE en una sociedad mixta por acciones.
Sin embargo, y a pesar de la demanda, el alcalde Aníbal Gaviria firmó, sin que todavía se aclarara la situación judicial, el “memorando de entendimiento vinculante” de la fusión de UNE con Millicom (MIC), que se suscribió el pasado 22 de julio, y cuyos términos son los siguientes de acuerdo al comunicado de EPM, Firmado Memorando de Entendimiento Vinculante para la integración UNE-Colombia Móvil (epm.com.co, julio 22-2013), que entre otras cosas, es bastante confuso.
Valores de las empresas: “En la negociación se reconoció un valor firma para UNE y filiales de aproximadamente 2100 millones de dólares (mdd), incluyendo una prima de control por 150 mdd y un valor firma para Colombia Móvil (Tigo) de 1300 mdd. EPM espera recibir un dividendo de 1.3 billones de pesos para transferir al Municipio de Medellín”. ¿Dividendos? ¿No piensan pagar impuestos por la transacción?
Se reconoce un valor a Tigo por 1300 mdd, cuando Oliver Wyman, asesor estratégico de la fusión, había valorado el 50% (+ una acción) de propiedad de la transnacional en 395 mdd (2012). Es decir, que Tigo no valdría más de 790 mdd, incluyendo las partes de EPM (25%) y de ETB (25%). La diferencia entre el valor que se reconoce en el Memorando y la valoración de Wyman es de 510 mdd, una diferencia muy grande que debe ser explicada. Además, hay que tener en cuenta que Tigo vendió las torres de transmisión por 182 mdd en 2012.
La prima de control ni siquiera había sido considerada cuando se firmó el memorando de entendimiento no vinculante el pasado 5 de febrero pasado entre EPM-MIC, y se dio comienzo al proceso en el Concejo de Medellín el 8 de marzo. La prima de control fue fruto de las críticas en foros y columnas a la propuesta del Alcalde. Sin embargo, la prima es muy baja para UNE integrada, con activos que valen 3.400 mdd, y la mitad es de EPM. Millicom compra la “mayordomía” por menos del 10% de los activos de EPM en la nueva UNE integrada.
¿Qué quiere decir: “EPM espera recibir un dividendo de 1.3 billones de pesos para transferir al Municipio de Medellín”? ¿Quiere decir, que adicional a los 150 mdd (300.000 millones de pesos-mdp) de prima de control, MIC pondría un billón de pesos adicionales o este billón saldría de las reservas y utilidades retenidas de UNE? Si esto último fuera el caso, MIC estaría recibiendo un segundo regalo, después de OLA, por parte de EPM. Adicional a esto, TIGO-MIC todavía no ha pagado los 220.000 mdp que le adeuda a EPM, de un préstamo en 2006, y que ahora promete pagar.
El control de la empresa lo tendrá MIC: “EPM tendrá la mayoría accionaria en la compañía combinada (50%+1 acción) (…). Millicom, por su parte, poseerá las acciones restantes y asumiría la plena consolidación de los estados financieros y el control administrativo y operativo de la entidad”. ¿En dónde queda ETB que posee el 25% de Tigo?
Los dirigentes de “la ciudad más innovadora del mundo” renuncian a ‘jugar” en el sector más innovador, en cuanto a desarrollo tecnológico, debido al riesgo y se conforman con recibir los dividendos, si es que los reciben. EPM como socia de TIGO, lo mismo que ETB, en vez de recibir dividendos, solo han recibido pérdidas: TIGO perdió 1 billón de pesos entre 2006-2010.
En conclusión, la pregunta clave es: ¿Por qué ante esta situación jurídica que no se ha cerrado, el Alcalde corre apresurado a firmar un memorando vinculante? Si el juez 28 administrativo falla en contra de la fusión, EPM tendría que pagar una enorme indemnización económica a MIC-España, la filial de MIC, que entra a beneficiarse de los acuerdos de inversión del TLC Unión Europea-Colombia.
Simplemente, lo que se busca es poner al sistema jurídico ante los hechos cumplidos y las presiones de las ‘fuerzas vivas’ de la ciudad, para que no se falle en derecho sino por conveniencias sociales y económicas, para evitar así los daños económicos irreversibles sobre las finanzas municipales. Se metieron con un tiburón, no esperen que no muerda.
¿Cuánto vale UNE? (2) - 26 de agosto de 2013
Los lectores tendrán que excusarme por usar tantas cifras, pero “para pagar las cuentas en la carnicería hay que aprender a sumar, no dejar que las haga el carnicero, y no dejar que apoye el cuchillo sobre la balanza”, decía mi mamá.
En una columna anterior preguntaba: “¿Qué quiere decir: “EPM espera recibir un dividendo de 1.3 billones de pesos para transferir al Municipio de Medellín”? ¿Quiere decir, que adicional a los 150 mdd (300.000 millones de pesos-mdp) de prima de control, MIC (Millicom) pondría un billón de pesos adicionales o este billón saldría de las reservas y utilidades retenidas de UNE?” (¿Cuánto vale UNE? EL MUNDO, agosto 12-2013). Ante la falta de respuestas oficiales, debemos resolver el asunto nosotros mismos.
Si tomamos como ciertas y reales las cifras dadas por EPM en su comunicado, que podrían no ser ciertas y reales porque UNE podría estar subvalorada y Tigo sobrevalorada, Memorando de Entendimiento Vinculante para la integración UNE-Colombia Móvil (epm.com.co, julio 22-2013), para hacer al fusión de UNE-MIC, tenemos lo siguiente:
El valor de UNE es de 2100 millones de dólares (mdd); y el valor de Tigo es 1300 mdd, en la cual EPM tiene 25% y ETB 25%, y MIC 50%(+una acción), para una fusión de 3400 mdd. Esta suma debe ser puesta por partes iguales entre UNE y MIC, solo superando UNE a MIC por una acción, precio que consideramos irrelevante, en este momento, para hacer un cálculo grueso.
Por parte de EPM tenemos: 2100 mdd, incluyendo prima de control, más 325 mdd por el 25% en Tigo. Suma igual a 2425 mdd, que valen los activos de UNE-EPM. Es decir, EPM para poner 1700 mdd que vale aproximadamente el 50% (+una acción) de UNE integrada, traspasa 725 mdd a MIC, que equivalen a 1.3 billones de pesos, a una tasa de 1800 pesos por dólar, y que deben ser pagados por MIC.
Haciendo las cuentas desde el lado de MIC, tenemos: MIC pone el 50% de Tigo, que son 650 mdd, y le toca poner, para igualar los 1700 mdd, 1050 mdd adicionales. Es decir, para ser propietaria del 50% (-una acción), le toca comprar, si es que compra, la parte del 25% de la Empresa de Teléfonos de Bogotá que tiene en Tigo, es decir 325 mdd, y pagar otros 725 mdd adicionales, que es la parte excedente de EPM en UNE integrada, para sumar 1700 mdd.
En total, la inversión a MIC le saldría en 325 mdd para ETB y 725 mdd para EPM, es decir, 1050 mdd, más los 650 mdd que pone de Tigo, sumando 1700 mdd. Además, también debe pagar los 220 millones de pesos (122 mdd) por la parte que le adeuda a EPM desde 2006 en TIGO. Hay que recordar que MIC compro a OLA casi gratis y sin pagar prima de control. ¡Ah bobos que somos los antioqueños! ¡Nos salió uno más “vivo”!
En conclusión, el dinero que saca EPM de la nueva UNE integrada no son dividendos, como afirma el comunicado, es el pago que tiene que hacer MIC para igualar los 1700 mdd de EPM en UNE integrada.
Por otro lado, en el comunicado de EPM se afirma que MIC hará una oferta de bonos para cubrir esa inversión. Es decir, MIC no tiene el capital necesario para financiar la parte suya de la fusión, así como no ha tenido con que pagar los 220.000 millones de pesos que adeuda a EPM. Esperemos que EPM no sea el que haga la oferta de compra, y en vez de efectivo acepte unos bonos.
Sin embargo, algunos conocedores del tema afirman que los 1.3 billones de pesos como dividendos serán pagados como participación de las ganancias futuras (si es que hay ganancias). Es decir, que van a comprar a UNE con el flujo de caja. Se repite la misma situación de la venta de OLA, que no ha aportado dividendos sino pérdidas.
Las inversiones de largo plazo, como la de UNE, están regidas por la incertidumbre y nada podría ser previsto con certeza matemática. Los pronósticos, aunque se hagan sobre una función de probabilidad del riesgo, no alcanzan a medir la incertidumbre que es inmedible. Los pronósticos de ingreso y dividendos son meras conjeturas, que están sujetos a que si nada cambia, todo va a seguir igual, lo que es imposible.
Los medellinenses deberíamos esperar que las altas autoridades municipales sacaran otro comunicado explicando, en castellano diáfano, la fusión de UNE con MIC para aclarar todo el negocio.
PD: Muchas gracias a Darío Valencia y a José Alvear por sus aportes a estas inquietudes, pero todos los errores son de mi completa responsabilidad.
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