Abril de 2024
El Grupo EPM tiene una cobertura promedio superior al 96% en el conjunto de sus servicios, genera más de 60.000 empleos entre directos e indirectos, aporta cada año, para inversión social, el equivalente al 25% del presupuesto total de Medellín, entrega multimillonarios recursos a 52 municipios de Antioquia por transferencias del sector eléctrico y, después de Ecopetrol, es la empresa que más dinero le gira a la Nación por el pago de impuestos.
Esos datos corroboran porqué, durante 69 años, el bienestar y el progreso de Medellín, Antioquia y varias regiones de Colombia han estado ligados a EPM, la empresa más admirada del país. De ahí la necesidad que la ciudadanía siga ejerciendo su participación, en este caso, para ayudar a EPM ahora, a retomar el rumbo del que la intentaron desviar.
Cuando en los últimos años se comprometió la gobernabilidad de EPM, su sostenibilidad, finanzas, rigurosidad histórica y reputación, desde el Sindicato de Profesionales, defensores naturales del interés ciudadano, nos pusimos al frente de la protección de la empresa, tarea a la que se sumaron académicos, empresarios, gremios, medios de comunicación y representantes de diversos sectores sociales, a los que expresamos especial gratitud. El libro “Por un renacer de EPM y Medellín. Aportes desde SINPRO a la defensa del patrimonio público” da cuenta de ello.
Como organización sindical responsable, trascendimos nuestra misión natural de defensa de los derechos de los trabajadores al control social y buscamos evitar mayores daños a EPM, al poner en evidencia las intenciones de la pasada administración con la licitación de la segunda etapa del proyecto Hidroituango, la desconfianza en el uso que se hubiera podido dar a los recursos de una eventual venta de UNE y la pretensión de sacar más plata de EPM mediante transferencias adicionales, entre otros.
Cesada la horrible noche, EPM comienza a recuperar su brillo y esencia, como afirmó el nuevo gerente, el ingeniero John Maya, que volvió a casa para unirse a los otros buenos hijos, la mayoría de los servidores de EPM, los ciudadanos y los actores sociales, que atendieron el llamado permanente que hicimos desde SINPRO y otras organizaciones para decirle a EPM “estamos ahí” para protegerte.
Un primer paso es la revisión y recomposición de la estructura administrativa de EPM, que tiene que volver a tener los mejores profesionales en todos los niveles de la organización.
Tampoco dan espera las acciones a que haya lugar para fortalecer la autonomía de la empresa y blindar jurídicamente su gobierno corporativo, incluidos los porcentajes de las transferencias a Medellín, temas que no pueden volver a quedar expuestos a los caprichos de las administraciones de turno, cualquiera sea. En este punto, es definitivo el rol que asuma el nuevo Concejo de Medellín, que debe comportarse como una verdadera junta directiva de la ciudad.
Es necesario, igualmente, concentrar esfuerzos, entre otros, en la culminación del proyecto Hidroituango, en el estado y manejo de las filiales Afinia y Emvarias, en tomar las mejores decisiones sobre el futuro de Tigo-UNE y en la revisión de las inversiones internacionales, sin dejar de lado la recuperación de la planeación y la rigurosidad que caracterizan a EPM.
Ese conjunto de acciones y prioridades conducen a una senda que no se puede perder, si se quiere recuperar la confianza total de los ciudadanos y los grupos de interés de la empresa y, con ello, el brillo histórico de EPM, el mayor patrimonio público de Medellín y Antioquia.
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