Talento humano: pilar de la esencia de EPM
La naturaleza y el ADN institucional de EPM están claramente definidos desde su fundación en 1955 y ha evolucionado: prestar servicios públicos domiciliarios con calidad, cobertura, eficiencia y gran sentido social, lo que ha hecho que, por 69 años, sea ejemplo de que es posible confiar en lo público, pese a los avatares y vicisitudes propias de toda organización.
Durante cerca de siete décadas, resulta satisfactorio recordar que EPM ha significado más que una empresa de grandes obras de ingeniería. EPM, históricamente, ha sido el rostro de lo social, del servicio, del rigor y del aporte al desarrollo de Medellín, Antioquia y varias regiones de Colombia. Pero más que todo eso, EPM es la gente: el talento humano que presta sus servicios con compromiso y pasión, y la ciudadanía a la que le sirve. Ese es, precisamente, uno de los atributos que la hace una organización referente y con gran reputación.
No obstante, en diferentes etapas la empresa ha transitado caminos complejos que por momentos han dejado la sensación de que se alejaba de su naturaleza. Por fortuna, con el esfuerzo, profesionalismo y, ante todo, el compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la familia EPM, es posible, y así se está haciendo, retomar el rumbo; eso significa, además de volver a nuestra esencia, concentrarnos en tareas que no dan espera y que son fundamentales para la sostenibilidad de EPM.
Hacer parte de EPM, además de una gran responsabilidad es un inmenso orgullo. Hoy existe la confianza para permitirnos soñar con una nueva etapa en la que EPM, con toda su esencia, le pueda decir a cada uno de los ciudadanos, estamos ahí. ¡Larga vida a EPM!
SINPRO
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