· 20 premios de $1´500.000 (30’000.000)
· 6 premios de $4´000.000 (24’000.000)
· Un automóvil Renault Sandero Modelo 2017
Metodología:
Se realizará asignación de 2 números de 4 cifras a cada uno de los Afiliados en propiedad de SINPRO.
Se entregarán premios por fidelización a quienes en los números que sean asignados, correspondan a las cuatro cifras del premio mayor de las siguientes loterías:
§ Lunes: Lotería del Tolima
§ Martes: Lotería de la Cruz Roja Colombiana
§ Miércoles : Lotería del Valle
§ Jueves: Lotería del Quindío
§ Viernes : Lotería de Risaralda
Los números serán asignados aleatoriamente (ver listado de números asignados)
Instrucciones:
¿Quiénes participan?
Solo Afiliados en propiedad
¿Qué tienes que hacer?
Nada. El solo hecho de ser Afiliado en propiedad de SINPRO te pone a participar
Instrucciones:
· Los Afiliados en propiedad participan cada uno, por premios diarios (de lunes a viernes), con dos (2) números de 4 cifras.
· La asignación de los números será realizada por SINPRO de forma aleatoria.
· Los números asignados por SINPRO se publicarán en el Portal Web www.sinpro.org.co, antes del primer sorteo.
· Participa con los mismos números asignados durante toda la campaña. (Estos no podrán ser cambiados)
· A quien ingrese nuevo a SINPRO como Afiliado en Propiedad se le asignará dos (2) números. Y su participación para la obtención de los premios inicia al día siguiente de su afiliación.
· Todos los lunes, durante la campaña, en las horas de la tarde, se publicará en el Portal Web www.sinpro.org.co los ganadores correspondientes de la semana anterior por cada una de las loterías con su respectivo número.
· SINPRO comunicará a cada uno de los ganadores, para la entrega de los premios.
¿Cuáles son los premios?
*Solo se jugará días hábiles (Lunes 9 de enero NO hay sorteo)
Ø De lunes a jueves entre el 26 de diciembre de 2016 y el 30 de enero de 2017, se jugará por las loterías designadas, un millón quinientos ($1´500.000) diarios en bonos Sodexo. Son 20 días que participan.
Ø Los viernes 23 y 30 de diciembre de 2016 y los 4 viernes de enero de 2017 (6,13,20 y 27), el premio será de cuatro millones de pesos ($4’000.000) en bonos Sodexo por la lotería de Risaralda. Son 6 viernes que participan.
Ø *El premio Mayor será un Automóvil: Renault Sandero Mod: 2017 (NO incluye la matrícula y el impuesto) que jugará por el premio mayor de la lotería de la Cruz Roja Colombiana el martes 31 de enero de 2017, en caso de que el automóvil no quede en poder de los participantes con el premio mayor, participará en su orden el número secos de la misma lotería, hasta que tenga ganador.
Tenga en cuenta que para efectos del incremento salarial para el año 2017, de los Nuevos afiliados, se reflejará desde la fecha de afiliación.
Quiénes pueden pertenecer a SINPRO
A SINPRO pueden pertenecer los trabajadores vinculados a EPM y UNE EPM Telecomunicaciones
¿Cómo pertenecer a SINPRO?
· Imprimir el formulario de afiliación en propiedad, diligenciar y firmar
· Enviar el formulario al correo Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla., entregarlo físicamente en la oficina SINPRO en Edificio EPM piso 3 oficina 139 o en el Edificio Latitude carrera 43A No. 17-106.
Vigencia de la campaña:
Entre el viernes 23 de diciembre de 2016 y el martes 31 de enero de 2017
Condiciones y restricciones:
Bonos Sodexo:
Beneficio tributario:
Los Sodexo Premium tiene el beneficio de ser deducibles de impuesto, soportándolo en el balance general como un gasto de mercadeo y ventas de la compañía
Cómo utilizarlos:
Ofrece la facilidad de ser cambiados en nuestra red de establecimientos a nivel nacional como supermercados, librerías, papelerías, almacenes de ropa, calzado y jugueterías en todo el territorio nacional tales como: Almacenes Éxito, Carulla, Carrefour, Alkosto, Carnes Koller, Cafam, Colsubsidio, Ley, Home Center, Iserra, Los tres Elefantes, Febor, La 14, Makro, Olímpica, Pomona, Vivero, Mercaldas, Almacenes Gef, Armi, Jeans & Jackets, Tania, Azucar, Pronto, Arturo Calle, Calzado Nueva Moda, Calzado Spring Step, Panamericana, Librería Nacional, Fedco, BlockBuster, Azucar, Azuquitar, Totto, Almacenes Bima, Sony, New Planet, Speedo, Tennis, FDS, Hernando Trujillo y muchos más.
Un llamado a recuperar el rigor técnico y financiero perdido por EPM en los últimos años.
EPM, de sus utilidades, aporta anualmente en transferencias a su dueño, el Municipio de Medellin, el equivalente al 25% del presupuesto de la ciudad. El Acuerdo 069 de 1997 del Concejo dice que “esos recursos deben ser destinados, en su totalidad, a inversión social”, en una urbe como la nuestra con más de un tercio de la población con necesidades básicas insatisfechas y 520 mil personas por debajo de la línea de pobreza.
Hablar de politiquería o de privatización de EPM causa supuesto escozor en nuestra dirigencia, incluidas las recientes y actuales administraciones de Medellín y de EPM, los propios empresarios, algunos concejales y otros políticos de turno. Todos, al unísono, dicen cuando les conviene que nunca lo permitirían. Pero basta mirar lo que pasa con UNE EPM Telecomunicaciones S.A. y sus capítulos Millicom-Huawei, observar la injerencia del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) en EPM, repasar algunas de las inversiones externas y analizar el contexto de decisiones administrativas que se tejen desde hace 20 años, para pensar que todo puede estar orientado a un objetivo mayor. Incluso existe la preocupación de que todo esto sea para preparar a EPM hacia una privatización.
La desintegración gradual y la pérdida de valor de UNE, que se traducen en pérdidas para EPM y para el Municipio de Medellín, aunadas a otras acciones y decisiones al interior de EPM, son motivos suficientes para encender las alarmas, no solo entre los trabajadores, sino en todos los ciudadanos, en las organizaciones sociales y en la institucionalidad, para cerrar filas frente a la defensa del patrimonio público representado en EPM y sus filiales, y en UNE y sus filiales.
En lo que respecta al control político, la discusión debe enfocarse, por ejemplo, en la inmersión de la politiquería en las entrañas de EPM, especialmente en la anterior administración, que comandó el banquero Juan Esteban Calle Restrepo. Eso queda al descubierto con las prácticas indebidas de manejo de su recurso humano en dicho período, la pérdida de foco, la incoherencia, el pésimo clima laboral, la MEGA y la consecuente meta creada de “estar entre las primeras 50 multilatinas”. Y para eso no importó sacrificar el rigor técnico y financiero, construido en más de 60 años de historia.
Los reclamos hechos a EPM en distintos escenarios sobre su presente y su futuro, el abandono a Empresas Varias de Medellín y la situación de UNE y filiales como Edatel y Emtelco, son resultado de las preocupaciones de la comunidad sobre el uso de los recursos que les pertenecen y sobre los rumores, cada vez mayores, de privatización. Evidencias parecen haber muchas: exfuncionarios de EPM trabajando en el GEA, funcionarios del GEA en EPM, ejecutivos salientes de EPM vinculados por el GEA, el aporte del GEA a las campañas de los alcaldes de Medellín, y que en la Junta Directiva de EPM van aumentando los miembros carnetizados por el GEA.
El gerente Jorge Londoño De la Cuesta reconoció hace unos días que “EPM no es un mar de rosas” y que todos los días tiene que llegar a resolver problemas. Durante gran parte de sus 61 años, EPM se ha dedicado a resolver otros problemas: el acceso, la cobertura y la calidad de los servicios que presta a los habitantes de Medellín, del Valle de Aburrá y de otras regiones de Antioquia y de Colombia. Esas palabras prueban que la actual administración se ha dedicado a resolver problemas creados por decisiones irresponsables del alcalde anterior, Aníbal Gaviria, y de los recientes equipos directivos de EPM, en el cual también lo incluimos. Dudamos que el gerente pueda resolver esos problemas mientras algunos de esos directivos sigan enquistados en la empresa o sean sus asesores, o que él mismo esté respondiendo a otros intereses.
También habrá que estar atentos a cualquier decisión de EPM frente a Electricaribe, en caso de que se modifique la regulación del sector eléctrico que restringe la participación de los agentes hasta el 25%, teniendo en cuenta, como alertó el profesor Guillermo Maya Muñoz (“EPM le apuesta al riesgo Electricaribe”, El Mundo, 28/11/2016), sobre todos los riesgos que ello podría implicar para EPM.
La comunidad, los usuarios, los trabajadores y ex funcionarios de EPM, los sindicatos y los organismos de control fiscal y político debemos ponernos en modo “alerta”. Hay que fortalecer a EPM, no debilitarla, y una manera es fortaleciendo su autonomía de los entes administrativos locales; así fue creada y así debe conservarse.
Nuestro propósito como Sindicato de Profesionales, defensores naturales del interés común, no es otro que buscar que se recupere el rigor perdido, producto de malas administraciones, la arrogancia o los intereses de quienes deciden, y no de la capacidad probada de la empresa y de su talento humano.
Queremos volver a tener la empresa que trabajaba con total coherencia y con responsabilidad social. Es necesario que EPM piense en soluciones para los desconectados en la ciudad, en zonas no interconectadas o para quienes no tienen cobertura de servicios básicos en Antioquia. Esa debe seguir siendo su carta de presentación. Es necesario recuperar para Medellin a UNE y sus filiales. Es necesario tener control político y administrativo de la empresa. Es urgente recuperar el rigor técnico y financiero cuya pérdida se ha hecho más evidente con las respuestas de la actual administración. Es prioritario sacar de EPM la politiquería y a los interesados en su privatización.
Thomas Jefferson escribió hace más de 200 años: “Si el pueblo permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a ellos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”. EPM no puede caer en manos, ni de banqueros ni de privatizadores, como es el interés de unos cuantos.
Por: Guillermo Maya Muñoz (*), catedrático y columnista
“¿Qué es esto de capital extranjero con que nos están engañando, para robar? Muéstrenme el capital que tienen en el país los bancos extranjeros, los comerciantes extranjeros, etc.” (Fernando González, 1935, Cartas a Estanislao).
En 2003, EPM y la ETB crean la empresa OLA-Colombia Móvil para prestar servicios de telefonía celular. En 2006, Sergio Fajardo Valderrama y Lucho Garzón, alcaldes de la época en Medellín y Bogotá, respectivamente, venden el 50% a Tigo-Millicom, una empresa sueca radicada en un paraíso fiscal, Luxemburgo, y le entregan el control por cero pesos. La marca OLA desaparece y la reemplazan por Tigo-Colombia Móvil. Titular: “La venta de Ola a Millicom salvó el patrimonio público” (elcolombiano.com, 2006). Un titular puede con todo.
Tigo pierde un billón de pesos entre 2006 y 2010, y vendió (¿con el consentimiento de EPM?) 2.126 torres a ATC Infraco por 182 millones de dólares, de la que Millicom se hace socia después en 2012. ¿Contraloría de Medellín qué dijo?
El 8 de mayo de 2013 aprueban el proceso de fusionar a UNE EPM Telecomunicaciones S.A. con Tigo-Colombia Móvil, y le entregan el control de la empresa a Millicom por 150 millones de dólares, a partir de agosto de 2014. Por otro lado, todavía en 2013, Millicom le debía 217.000 millones de pesos a EPM desde 2006, y una suma similar a la ETB, plata que le habían entregado a Tigo-Millicom al venderle el 50% de OLA.
¿Qué respondió el Gerente de EPM Juan Esteban Calle Restrepo sobre las deudas de Tigo con EPM?: “Todos los créditos se aprobaron antes de la entrada de Millicom a Colombia Móvil en 2006 (…) y se extendieron, porque la empresa no tenía cómo entrar al mercado financiero por el alto endeudamiento que presentaba” (Para UNE, Millicom es la mejor opción: EPM, portafolio.com, Mayo 9-2013)” (G. Maya, “UNE-Millicom, fracaso histórico”, Elmundo.com, Mayo 17-2013).
No tenía quién le prestara y EPM y la ETB lo hicieron. Así cualquiera es emprendedor, y a pesar de eso, el Alcalde Aníbal Gaviria Correa y el Concejo de Medellín aprobaron la fusión. En la última jugada, el pasado 7 de octubre, Millicom traspasó por sustitución patronal el personal operativo de UNE EPM Telecomunicaciones S.A. a la empresa china Huawei, un total de 601 trabajadores que no están muy contentos con la movida, pues temen por sus condiciones de estabilidad laboral.
Esta acción a favor de Huawei, la llaman una “alianza para la implementación de un modelo de administración de servicios”. Es decir, UNE EPM Telecomunicaciones S.A. le entrega a un tercero parte de su personal para subcontratar con él los servicios que anteriormente hacía por sí misma. Todo, sin cobrar nada a Huawei, ni siquiera una prima por la cesión real de una parte de la empresa, la transferencia de un personal calificado, con muchos años de experiencia, de UNE.
Huawei generará utilidades con una actividad que le producía ganancias a UNE EPM Telecomunicaciones S.A., y que Huawei las transferirá al extranjero. ¿Qué cambia aquí? El patrón y el reparto de utilidades. Ya no son dos, EPM y Millicom, sino tres, EPM, Millicom y Huawei para el reparto de utilidades.
¿Por qué Millicom hizo esta jugada de convertir a Huawei en un proveedor único, monopólico, y que impondrá a la larga los precios del servicio? ¿Esta jugada sólo tiene alcance local o Millicom busca jugar con China en sus aventuras centroamericanas, africanas y suramericanas? O ¿piensa vender UNE a Huawei?
¿Qué es Huawei? “es una empresa privada multinacional china de alta tecnología especializada en investigación y desarrollo, producción electrónica y marketing de equipamiento de comunicaciones” (Wikipedia). Nada que ver con mantenimiento de redes. Ese no es su negocio.
Por otro lado, Huawei es producto de la política del gobierno chino -no de las fuerzas impersonales del mercado- de obligar a los inversionistas extranjeros a hacer inversiones de riesgo conjuntas con empresas chinas. Además, el gobierno chino obliga a las empresas extranjeras a exportar, no deja que exploten el mercado interno sin compensar sus operaciones internas con exportaciones que generen divisas, para evitar problemas de balanza de pagos. Aquí en Colombia no se exige nada. Estamos dominados por los intereses corporativos privados nacionales e internacionales.
¿Quién manda en UNE-EPM? ¿Quién cuida los intereses de ciudad en la empresa fusionada? ¿Los extranjeros? ¿Millicom los cuidó en Tigo en donde perdieron un billón de pesos? ¿Quién vigila a Millicom que tiene el control en UNE EPM Telecomunicaciones S.A. con (50%) y es ‘mayordomo’ a la vez del otro 50% de EPM? ¿Qué hace la Contraloría General de Medellín respecto a UNE?
En las condiciones pactadas de la fusión, EPM tiene el derecho nominar un “Auditor Interno, (que) responde administrativamente a la Presidencia”. Pero, no a EPM. Por otro lado, la Junta Directiva tiene 3 miembros de EPM y 3 de Millicom, el presidente de la Junta es de EPM y el vicepresidente de Millicom. Las decisiones se toman por mayoría simple, pero “el vicepresidente tendría el voto decisorio”. Es decir, que Millicom siempre gana. Tiene el control y la capacidad de desangrar a UNE-EPM con la triangulación de sus empresas radicadas en paraísos fiscales.
Alcalde, ¿usted qué piensa? ¿Sí o No? Señores concejales, ustedes también. ¿Sólo les preocupa sus carreras políticas?
(*) Artículo original, periódico El Mundo (18-10-2016)
Por: Luis Fernando Múnera López (*), ex director de Planeación y de Control Interno de EPM
UNE EPM Telecomunicaciones S. A., empresa mixta con mayoría pública y patrimonio de todos los medellinenses, hoy está sometida al poder omnímodo de Millicom, su socio privado, sin el suficiente control por parte de EPM y del Municipio de Medellín.
Millicom está abusando del control administrativo que tiene sobre UNE EPM Telecomunicaciones S.A., en beneficio propio y de otras empresas de su grupo empresarial, afectando, de paso, el patrimonio del Municipio de Medellín, los derechos laborales de sus trabajadores y, sobre todo, el servicio para sus usuarios.
EPM, representante del patrimonio mayoritariamente público de UNE EPM Telecomunicaciones S.A., no tiene control sobre esa empresa, porque renunció de forma voluntaria e irregular a la mayoría en la Junta Directiva, y porque la administración y operación de la misma le fueron entregadas al socio privado por autorización del Concejo de Medellín.
El problema se agrava porque el control político que debería ejercer el Concejo de Medellín es inexistente, el control fiscal de la Contraloría General de Medellín es ineficaz y se ha evadido el control disciplinario de la Procuraduría General de la Nación y de la Personería de Medellín sobre sus directivos y demás funcionarios.
En los últimos días se han presentado en UNE EPM Telecomunicaciones S.A. varios hechos que afectan la estabilidad y las condiciones laborales de los trabajadores. Me refiero a despidos colectivos y a la sustitución patronal impuesta unilateralmente a algunos trabajadores por la empresa a favor de Huawei. Alguien debería recordarles que el Acuerdo 17 de 2013 del Concejo de Medellín, que autorizó la fusión de UNE con Millicom, garantiza expresamente, en su artículo 1 literal e, la conservación de los derechos laborales de los trabajadores. Y exigirles que lo cumplan. Los hechos que menciono violan esta disposición sin que nadie intervenga para evitarlo.
UNE EPM Telecomunicaciones S.A. viene contratando servicios externos de instalación, expansión, mantenimiento y operación de sus servicios con otras empresas y personas vinculadas al grupo Millicom, sin que haya un control de EPM sobre las condiciones de calidad y de costo. La tercerización con empresas del grupo Millicom significa un alto riesgo de fuga de recursos con deterioro de las utilidades esperadas de la empresa. De hecho, la vicepresidenta de Finanzas de EPM informó recientemente que EPM no espera dividendos de UNE EPM Telecomunicaciones S.A. para los próximos años.
Según la Constitución Política y la Ley colombianas, el Municipio de Medellín es responsable de la calidad, cobertura y costo del servicio de telecomunicaciones para la comunidad, pero, después de la fusión, UNE aumentó exorbitantemente las tarifas, especialmente en los estratos bajos, mientras la calidad de sus servicios se ha deteriorado sensiblemente, sin que la administración municipal y la de EPM puedan evitarlo.
EPM no ejerce control sobre las decisiones claves de UNE EPM Telecomunicaciones S.A., incumpliendo lo mandado en el Acuerdo 17 citado arriba, que en su artículo 1, literal b, la obliga a vigilar el buen funcionamiento de esta empresa. Este vacío de control ha permitido que Millicom imponga omnímodamente las decisiones descritas. EPM debe recobrar el control de la Junta Directiva, entregado irregularmente a Millicom.
Como ciudadano solicito que Juan Esteban Calle Restrepo o Jorge Londoño De La Cuesta, gerente general anterior y actual de EPM, respectivamente; Marcelo Cataldo, presidente de UNE EPM Telecomunicaciones S.A.; John Jairo Vásquez, auditor interno de UNE; Hernán Darío Vergara Castro, auditor corporativo de EPM; o los concejales Aura Marleny Arcila Giraldo y Bernardo Alejandro Guerra Hoyos informen a la comunidad sobre esta situación. Y que se corrijan los daños causados a los trabajadores y a la empresa. Claro, si a alguno de ellos le duele UNE.
(*) Artículo original editado, periódico El Mundo (18-10-2016)
El reciente negocio con Huawei es la última estocada para la privatización total de UNE
Como en la película clásica colombiana de Sergio Cabrera, “La Estrategia del Caracol”, a UNE EPM Telecomunicaciones S.A. la están dejando con el coco vacío. La película “UNE” arrancó en 2006 con su escisión de EPM, siguió la trama en 2013 con la aparición del actor sueco Millicom (Tigo), y en las nuevas escenas, con la entrada de los chinos (Huawei), se da un golpe letal a los intereses de EPM, de Medellín y de los ciudadanos.
Del desenlace de lo que podría pasar con UNE se advirtió en 2013 durante la discusión en el Concejo de Medellín del Acuerdo 17 (supuesta fusión UNE-Millicom) y se evidenció en el mismo recinto el pasado 28 de octubre durante un debate sobre la “masacre laboral que vive la empresa”, por despidos, acoso laboral, planes de retiro “voluntario” inducidos, cambios de contratos y la supuesta sustitución patronal de 601 trabajadores.
Hace tres años se demostró por parte de expertos en telecomunicaciones, académicos de distintas disciplinas, sindicatos, organizaciones sociales, ciudadanos y nueve concejales que no se doblegaron ante las presiones del Alcalde Aníbal Gaviria y del entonces Gerente de EPM, Juan Esteban Calle (hoy gerente de Cementos Argos); que el futuro de UNE en manos de la sueca Millicom podría ser catastrófico. Y no se equivocaron.
Los interesados en el negocio vendieron la idea de que con la multinacional Millicom, de la que EPM ya era socia en Colombia Móvil (Tigo), se tejía una gran “alianza”, por la sinergia de servicios y conocimientos y por su experiencia como operador de telecomunicaciones. Por la calidad del socio y su inmediato incumplimiento a lo acordado, corroborar que nada era cierto solo era cuestión de tiempo.
De las movidas “estratégicas” y de los resultados desastrosos de UNE EPM Telecomunicaciones S.A., controlada por Millicom, no se hablará en este artículo; de ello se han ocupado dos reputados columnistas en esta misma edición Ver: ¡Como nos duele UNE… a algunos! y Millicom deshuesa a UNE-EPM (Cortesía paisa).
Opacidad y mutismo
La entrada en escena de Huawei a principios de octubre es confusa y opaca. De hecho los trabajadores de UNE que allí pasaron, lo hicieron a una empresa recién creada en Colombia: Huawei Technologies Managed Service Colombia SAS, con un capital de solo 583 millones de pesos que no alcanza ni para el pago salarial de una quincena. Un agravante: el personal que UNE entregó a Huawei es el que realiza las actividades misionales de la empresa; es decir, Millicom, la de la “gran capacidad operativa” cedió la operación del negocio a un tercero: una jugada entre extranjeros suecos y chinos, ante el silencio de la administración de EPM, el socio mayoritario, que ni siquiera ha preguntado por la legalidad de esa movida. La desidia en el caso de UNE es un capítulo más en muchas de nuestras empresas, como Telecom, Ferrocarriles Nacionales y el ISS, para mencionar solo algunas.
Juego de contradicciones
El poeta Alexánder Pope escribió una frase que podría adecuarse al momento actual en el caso UNE: “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar 20 más para sostener la certeza de la primera”. La lista de mentiras desde 2013 se ha multiplicado hasta rayar la ilegalidad. Con lo ampliamente expuesto sobre las secuelas de la llamada fusión UNE-Millicom, se suma ahora Huawei a esa cadena de falacias.
La administración de UNE en un “Flash Informativo” dijo el pasado 7 de octubre que TigoUNE y Huawei firmaron una alianza estratégica, lo que fue ratificado por su Presidente, Marcelo Cataldo. No obstante, tras un derecho de petición de SINPRO, la administración de la Empresa respondió que “se dio la venta de una unidad operacional” de UNE a Huawei, incluyendo activos y los contratos de los trabajadores de la parte operativa. Entonces qué hubo: ¿Una alianza? ¿Una venta? Lo único claro es que el presidente Cataldo y Millicom se contradicen o mienten, si se tiene en cuenta, además, que el 28 de octubre en el Concejo habló de 601 trabajadores que pasaron a Huawei, y en la otra respuesta dijo que eran 492, sin precisar su procedencia (UNE o Colombia Móvil-Tigo).
La Administración de EPM por su parte, cuyo Gerente Jorge Londoño De La Cuesta es el Presidente de la Junta Directiva de UNE, manifestó en respuesta a otro derecho de petición de SINPRO, que desde la fusión la Asamblea de Accionistas de UNE no ha aprobado ninguna proposición sobre este tema y que EPM es consciente de que se requiere su voto y el del INDER (el otro accionista de UNE) para decisiones como la del negocio con Huawei, del que EPM conoció, pero no fue objeto de decisión por parte de la Junta de UNE. ¿EPM como accionista mayoritario no se opuso a esto? ¿La administración de UNE (Millicom) realizó estos negocios sin aprobación de su Junta Directiva? ¿La administración de EPM se hizo de la “vista gorda”? (Ver recuadro: Contradicciones sobre el negocio con Huawei)
El silencio de los “inocentes” y conflicto de interés
Dentro del memorando de entendimiento y los acuerdos firmados en 2014 con Millicom, EPM nombró a John Jairo Vásquez como auditor para UNE EPM Telecomunicaciones S.A., que no ha cuidado los intereses de la Empresa sino perseguido a los trabajadores, dejando pasar frente a sus narices la venta de activos de UNE, el descuido en el mantenimiento de las redes, el desmonte del servicio 4G, la eliminación del reconocimiento de subsidios a usuarios y otras acciones que no solo atentan contra el bienestar ciudadano sino que podrían constituir detrimento patrimonial para EPM y para la ciudad. El Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que en campaña dijo que el negocio UNE-Millicom tenía que revisarse, ha sido cómplice silencioso con todo lo que está pasando en la empresa y con las acciones de este funcionario, que a propósito es el jefe de su hermana Catalina Gutiérrez, lo que sabía antes de posesionarse, y que deja en claro un real conflicto de interés.
Pero este silencio no ha sido solo del Alcalde de Medellín y de la administración de EPM. A él se han unido las Juntas Directivas de EPM y de UNE EPM Telecomunicaciones S.A., la Contralora, el Personero y el Concejo de Medellín -salvo un par de excepciones-.
Desde el Sindicato de Profesionales de EPM y UNE (SINPRO) estamos convencidos de que lo denunciado es suficiente para que todos ellos (Alcalde, administración de EPM, Concejo, Contraloría y Personería) asuman, de verdad, las responsabilidades que les compete, vuelquen su mirada hacia UNE y busquen una solución inmediata, que no sea la facilista de venta de un activo productivo por otros de costo y gasto, sino que apunten a recuperar para EPM su control total, pues se ha demostrado hasta la saciedad que Millicom no era el socio que pintaron y al que le quedó grande la operación.
Proponemos que EPM retome el 100% de la propiedad del negocio fijo de telecomunicaciones (telefonía básica, TV por suscripción, Internet de banda ancha, larga distancia,…), y por lo tanto su control total. Así, estos servicios, que volverían a ser operados por personas con pleno conocimiento del negocio -los trabajadores de la UNE original-, recuperarían la calidad perdida de un servicio estratégico y vital para la ciudad y para el país. Por supuesto, antes Millicom deberá responder por los daños generados a la Empresa y podrá permanecer como dueño de los servicios móviles, de los que tanto alardearon acerca de sus bondades y fortalezas, y que son los que en realidad están hundiendo financieramente a la empresa fusionada: UNE EPM Telecomunicaciones S.A.
De no hacer algo ya por recuperar a UNE, se podría estar ante el más grande detrimento patrimonial de la historia de Medellín y de su gran empresa (EPM), así como ante el ingreso del modelo laboral chino a Medellín y a Colombia, violando derechos de los trabajadores y disminuyendo la calidad del empleo.
Servicios Públicos
Entidades Gubernamentales
Organizaciones Sindicales