La SAS Huawei intenta que el Ministerio del Trabajo le autorice despedir 289 trabajadores provenientes de UNE; una petición que el Gobierno no puede avalar.
En letra muerta. Así quedó, en materia laboral, el Acuerdo 17 de 2013 que dio vida a la llamada fusión UNE-Millicom, que dice: “En todo caso se conservarán los derechos laborales de los actuales servidores de UNE EPM Telecomunicaciones S.A.”, sin que, desde la Alcaldía, EPM (Socio mayoritario de UNE con el 50% + 1 acción), el Concejo de Medellín, los organismos de control y el Ministerio de Trabajo se hayan pronunciado al respecto.
Las evidencias son numerosas. Una de ellas, la ostensible reducción de personal en UNE en los últimos años. En 2013 la empresa tenía 2.700 trabajadores; hoy ese número, después de despidos a cuenta gotas y dos grandes planes de retiro, quedan poco más de mil trabajadores, muchos provenientes de Colombia Móvil, con condiciones laborales inferiores y sin la oportunidad de acogerse a una Convención Colectiva de trabajo.
Otra gran evidencia es el calvario vivido por los 601 que, en octubre de 2016, en una supuesta sustitución patronal, fueron enviados de UNE a Huawei Technologies Managed Service Colombia, una SAS creada dos meses atrás con un capital de $500 millones que no daba para pagar ni la nómina de la primera quincena.
Desde ese momento Huawei desconoció derechos laborales y convencionales, inició una serie de despidos y ofrecimientos presionados de retiro, lo que en menos de dos años redujo la nómina, de 601 a 450 trabajadores. No satisfecha, el pasado 6 de noviembre le solicitó al Ministerio del Trabajo autorización para despedir a 289 trabajadores para así “garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa”. Desde que inició ese trámite, intensificó las acciones contra los trabajadores y puso en marcha una nueva estrategia: asedio constante; acoso laboral; invento de una figura que llamó “Cartas de Prevención”; y nuevas presiones para obligar al retiro; en resumen, una intención clara: dejar sin empleo a esos 601 trabajadores.
Puerta peligrosa
De darse esa autorización para el despido o permitir la liquidación de la SAS Huawei sin que los trabajadores sean regresados a UNE, su verdadero empleador, el Gobierno Nacional estaría dando un paso peligroso al abrir una puerta para desconocer los derechos laborales, utilizando figuras como las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS).
De acuerdo con el abogado Carlos Alberto Ballesteros, asesor de SINPRO, la creación de las SAS y la utilización de la figura de la sustitución patronal están posibilitando desconocer derechos laborales individuales y colectivos, lo que es paradójico por cuanto esta figura se creó buscando protegerlos frente a maniobras del empleador. “Cualquier empresa puede promover la creación de una SAS con capital y patrimonio reducidos, para que reciba total o parcialmente los trabajadores (sustitución patronal), y al poco tiempo terminar siendo liquidada, lo que eventualmente obligaría a pagar una indemnización, pero dejaría a los trabajadores sin ninguna garantía y sin empleo”, indica Ballesteros. Otra situación es que se crean SAS sustituyendo trabajadores en medio en un conflicto colectivo de trabajo, para aducir que garantías como el fuero circunstancial desaparecen por cuanto ya no laboran en la empresa en conflicto.
Estas figuras están siendo utilizadas recurrentemente, por empresas nacionales y también multinacionales, quienes para efectos de la responsabilidad laboral no son tales, como es el caso de la SAS Huawei con los trabajadores provenientes de EPM y UNE.
Tras el negocio entre UNE y Huawei, y los posteriores hechos laborales, desde SINPRO y otras organizaciones sindicales, con apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT), se iniciaron acciones legales y administrativas, en instancias nacionales e internacionales, para defender los derechos, no solo de quienes pasaron a Huawei, sino de todos los trabajadores del país.
No puede el Estado, a través del Ministerio del Trabajo y sus demás organismos e instituciones, permitir que se den estas situaciones en las cuales empresas locales y transnacionales puedan abusar de la normatividad y violen los derechos de los trabajadores.
Parte de los aportes parafiscales que hacen los empleadores van a las cajas de compensación familiar, que se encargan de traducir esos aportes en calidad de visa para los trabajadores y sus familias.
La dignidad de pertenecer al Sistema de Compensación Familiar
Especial Comfama para SINPRO
Las cajas de compensación familiar son la expresión institucional de la solidaridad en Colombia y su origen, hace 65 años, es fruto de la conversación entre empleadores y trabajadores para mejorar la calidad de vida de las familias. Ese modelo, hoy vigente y fortalecido a la luz de los cambios socioeconómicos y demográficos del entorno, se ha convertido en una plataforma privilegiada para el desarrollo humano, fundamental en el aparato social y de equidad del país.
En ese ejercicio de solidaridad, fieles a la esencia del Sistema, las cajas de compensación aceptamos la responsabilidad ética de servir, crecer y administrar los recursos del 4% que aportan las empresas por sus trabajadores, y nos mantenemos firmes en el compromiso de potenciar las capacidades de los afiliados a partir de la educación y la cultura, la salud, el viaje y la recreación, el hábitat, el empleo y el emprendimiento y los servicios financieros, convencidos de que las oportunidades se materializan con decisión y autogestión responsable.
Desde esta perspectiva, en la Caja de Compensación Familiar de Antioquia, Comfama, acompañamos a las familias, a las empresas y a las regiones, para que, desde la posibilidad, transformen positivamente sus entornos y sus vidas con consciencia, libertad, productividad y felicidad.
Ese concepto de clase media es para la Caja una actitud de vida y una mirada amorosa de la propia existencia. Implica empoderarse y trabajar con compromiso y disciplina para alcanzar las metas; ahorrar y consumir de manera responsable para lograr la consolidación financiera y aportar a la preservación del planeta; estudiar para desarrollar el pensamiento crítico y tomar decisiones en libertad; hacer ejercicio y alimentarse de manera sana; resignificar el hábitat como el espacio para vivir con quienes se ama y el escenario para hacer comunidad; despertar el asombro y maravillarse con la cultura y el arte; comprender la salud como la posibilidad de disfrutar la vida y agregar valor a las conversaciones como un vehículo poderoso para transformar el mundo.
“Gracias a los aportes que las empresas hacen por cada trabajador, éstos y sus familias tienen la posibilidad de hacer realidad su proyecto de vida, con oportunidades para ser felices...” |
Sí. Las Cajas somos una plataforma para lo posible. Gracias a los aportes que las empresas hacen por cada trabajador, éstos y sus familias tienen la posibilidad de hacer realidad su proyecto de vida, con oportunidades para ser felices: formarse en un curso o conseguir una beca para potenciar los talentos, conectarlos con un empleo formal o desarrollar una idea de negocio para aportar al crecimiento del país; viajar, conocer y descubrir otros caminos, rutas y culturas que propicien nuevos conocimientos y experiencias; apreciar la belleza de una obra de arte, una puesta en escena, un concierto o una tertulia para nutrir el espíritu, conversar y construir ciudadanía; encontrarse con los libros y los grandes escritores del mundo en las bibliotecas, espacios para el juego, la lectura, la reflexión y el aprendizaje; acceder a un hábitat de calidad para vivir y crecer como familia, con opciones de desarrollo integral en el entorno; asistir al gimnasio, hacer ejercicio consciente y cuidar la alimentación, que provee la energía vital para estar saludables.
Las empresas son fundamentales. Con ellas se avanza en el camino del capitalismo consciente, la ruta que desde Comfama se eligió para articular el desarrollo humano, con el crecimiento económico y social, y la sostenibilidad ambiental. Gracias al programa de Gerencia social de la Caja, reflexionamos, construimos y ponemos en marcha estrategias y proyectos sociales, con impacto en los entornos empresariales, en la escuela, el barrio, la ciudad o los ecosistemas culturales, artísticos y emprendedores. Además, a partir de este trabajo articulado, Comfama es un gran aliado para la ejecución de los planes de responsabilidad social y de bienestar laboral de las empresas, con acciones que impactan positivamente a los trabajadores y sus familias.
“...aliados para la ejecución de los planes de responsabilidad social y de bienestar laboral de las empresas, con acciones que impactan positivamente a los trabajadores y sus familias”. |
Comfama, como parte del Sistema de Compensación Familiar, es también un aliado del Estado en la ejecución de programas que les posibilitan a los niños tener educación de calidad desde el preescolar, a los jóvenes con escasos recursos acceder a la educación superior, a las familias contar con subsidio de vivienda y con la cuota monetaria para estudio de los hijos o para ahorrar, y a las personas sin empleo adquirir un bono para alimentación y salud, mientras vuelven a conectarse con el mercado laboral a través del servicio de empleo que administramos las Cajas.
De otra parte, el desarrollo en los territorios es, también, uno de los grandes propósitos de las Cajas hoy. Por ello, en Comfama, impulsamos el empleo y el emprendimiento, a partir de la formación de clústeres productivos en las regiones con alto potencial en Antioquia; generamos escenarios para la cultura y el arte que incluyen y humanizan, e innovamos en formatos y modelos educativos, acordes con las realidades de cada región.
Finalmente, desde Comfama planteamos que las Cajas, con su trabajo amoroso y empoderado, su compromiso con el desarrollo social, la innovación en la gestión de conocimiento y la participación activa en las conversaciones que forman ciudadanía; construyen, hoy, el futuro a partir de una sociedad más justa e incluyente, que conecta los propósitos de las personas con los empresariales, es responsable con el planeta y es el vehículo para la posibilidad humana.
Quienes crearon en 1955 a EPM, posiblemente no imaginaron lo que significarían para el desarrollo local y nacional. Este es un recorrido por algunos hitos de EPM.
¿Qué es el acoso laboral?
Según la Ley 1010 de 2006, el acoso laboral es toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo.
Tipos de acoso laboral
1. Maltrato laboral: todo acto de violencia contra la integridad física o moral, la libertad física o sexual y los bienes de quien se desempeñe como empleado o trabajador; toda expresión verbal injuriosa o ultrajante que lesione la integridad moral o los derechos a la intimidad y al buen nombre de quienes participen en una relación de trabajo de tipo laboral o todo comportamiento tendiente a menoscabar la autoestima y la dignidad de quien participe en una relación de trabajo de tipo laboral.
2. Persecución laboral: toda conducta cuyas características de reiteración o evidente arbitrariedad permitan inferir el propósito de inducir la renuncia del empleado o trabajador, mediante la descalificación, la carga excesiva de trabajo y cambios permanentes de horario que puedan producir desmotivación laboral.
3. Discriminación laboral: todo trato diferenciado por razones de raza, género, origen familiar o nacional, credo religioso, preferencia política o situación social o que carezca de toda razonabilidad desde el punto de vista laboral.
4. Entorpecimiento laboral: toda acción tendiente a obstaculizar el cumplimiento de la labor o hacerla más gravosa o retardarla con perjuicio para el empleado. Constituyen acciones de entorpecimiento laboral, entre otras, la privación, ocultación o inutilización de los insumos, documentos o instrumentos para la labor, la destrucción o pérdida de información, el ocultamiento de correspondencia o mensajes electrónicos.
5. Inequidad laboral: asignación de funciones a menosprecio del trabajador.
6. Desprotección laboral: toda conducta tendiente a poner en riesgo la integridad y la seguridad del trabajador mediante órdenes o asignación de funciones sin el cumplimiento de los requisitos mínimos de protección y seguridad para el trabajador.
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